Soy un católico de tercera generación, lo que básicamente significa que mi abuela me hizo aprender a rezar el rosario antes de aprender a atarme los zapatos. Nací en Irapuato, Guanajuato en una familia donde las tortillas y las bendiciones nunca faltan. Al ser el sandwich de cinco hijos, naturalmente me convirtió en el mediador de la televisión.

Desde joven, supe que mi vocación no era precisamente la de un monje en un monasterio, sino algo un poco más… digital. Me encanta hablar de fe, pero con el mismo entusiasmo con el que hablo de los tacos al pastor, porque, después de todo, si Dios nos dio la fe, seguro que también inventó los tacos.

En el 2021 comencé a compartir mi fe en las redes sociales porque, seamos sinceros, si Jesús viviera hoy, probablemente tendría un canal de YouTube y un millón de seguidores en Instagram. Así que aquí estoy, compartiendo mi vida católica, con un poco de humor, un poco de reflexión y, bueno, mucho café. Porque la evangelización es importante, pero el café es esencial.

Mi misión es sencilla: acercar a otros a Dios mediante videos donde planteo problemas cotidianos y ofrezco soluciones que puedes aplicar antes de que se te enfríe el café.

Con un enfoque que mezcla humor, sencillez y espiritualidad, he logrado conectar con una audiencia que busca contenidos religiosos accesibles y relevantes. Mi canal no solo es un espacio para hablar de temas religiosos, sino también para entrevistar a personas que, como yo, están buscando vivir su fe de una manera más profunda y significativa