Ni lo decidí, ni lo escribiré de la noche a la mañana.

Escribir este libro no fue algo que decidí de la noche a la mañana, sin duda, uno de los retos más grandes. No solo por tener una cabecita loca con ideas que van y vienen sin descanso, sino también porque convivo diariamente con el Trastorno por Déficit de Atención (TDA), que, siendo sinceros, no es algo que realmente me haga sufrir.

He pasado años en el coaching, acompañando a personas que, como tú, han venido a mí con preguntas para darle sentido a la vida, o sobre su misión en este mundo, o incluso sobre la falta de un propósito claro. Y en cada una de esas conversaciones, más que un psicólogo o un terapeuta, me he dado cuenta de que lo que estas personas realmente necesitan es algo más trascendental: necesitan de la Cristoterapia.

Este término, que podría sonar extraño al principio, refleja mi convicción de que sólo Cristo puede sanar las heridas más profundas del alma. De ahí surge la intención de este libro: ayudar a todas esas personas –incluyéndote a ti– a reencontrar lo que realmente importa: a que te acerques a Dios desde una perspectiva renovada, libre de miedos y prejuicios, y a que descubras o redescubras tu verdadera misión en la vida.

Te agradezco profundamente que te tomes el tiempo de leerlo. Mi esperanza es que estas páginas te inspiren, te desafíen y, sobre todo, te acerquen más a Aquel que siempre ha estado a tu lado, incluso en los momentos más oscuros.

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